Capítulo veintiuno. {ST}

Escuchad esta canción http://www.youtube.com/watch?v=oW6loRbq1cY

-Bonito nombre, ¿puedo darte mi opinión si es chico? 
-Si 
-Llámalo Daniel



{....}



Abrí la puerta y vi a _____ con Clara hablando de los nombres para el bebé. 


-Hola.- saludé, Clara hizo un gesto con la cabeza de saludo.
-Yo me voy.- salió de casa y se marchó. Nos quedamos _____ y yo mirándonos, ninguno sabía que hacer ni que decir, al final ella subió arriba y desapareció tras cerrar la puerta. Como odiaba esta situación. Dejé las llaves en una mesita y fui a la playa, como sabéis estaba no más salir del salón, me senté en la arena y observé el mar, me tranquilizaba y hacía que me olvidara de todo. Saqué mi móvil y entré en instagram, miré por el inicio y vi una foto de mi pequeña, en el título ponía ''esperando a alguien nuevo :)'' le di a me gusta, se veía tan preciosa en la foto, iba sin maquillaje y con su pijama pero igualmente estaba genial. Puse la cámara y grabé un vídeo para instagram.

''Esto es el paraíso, auryners os quiero muchísimo'' sonreí lo más creíble aunque por dentro me estuviera muriendo. Corté y subí el vídeo, me llegaron ya bastantes me gustas y comentarios, sonreía al verlos, todo su apoyo me reforzaba y me ayudaba a seguir. No sabía que hora era pero aún era de día y seguía en la playa hasta que noté compañía. Miré hacía mis lados y estaban David, Blas, Álvaro y Carlos.


-¿Qué hacéis aquí?
-Hacerte compañía.- contestó David
-¿No estabais enfadados conmigo?.- pregunté
-Si
-¿Y entonces?
-Somos hermanos, estamos para lo bueno y para lo malo.- contestó Blas y eso me sintió muy bien
-Gracias.- sonreí como pude
-¿Ya sabes si te a perdonado?.- preguntó Carlos
-Me dijo que necesitaba tiempo para pensar 
-¿Y qué le dijiste?.- me miró Álvaro
-Que esperaría lo que hiciera falta
-Eso está bien pero no puedes estar toda tu vida así.- 
-No puedo cambiar de ánimo, lo intento pero mi corazón no me lo permite
-Sabes que nos va a tener aquí para todo ¿verdad?.- preguntó David y asentí
-Gracias.- nos dimos un abrazo grupal
-¿Te vienes adentro?
-No, prefiero quedarme aquí.- le respondí a Carlos
-Está bien, suerte hermano.- sonreí 


Pasaban los segundos, minutos, horas y yo ahí en la playa solo observando como se movían las olas y escuchando el sonido de estas. Pensar me hacía bien y era lo que más necesitaba en estos momentos, pensar en como arreglar esto pero lo malo es que no tenía respuestas de como conseguirlo y quizás si no las conseguía pronto podría acabar estropeando la relación y eso era lo último, sin ______ yo no era absolutamente nada.



{....}



Me sentía tan vacía y él estaba aquí bajo el mismo techo que yo, mi cuerpo pedía a gritos poder abrazarle pero mi corazón no, aún estaba dolido y no sería fácil curar esta herida, miré la hora y era la una de la mañana, Daniel no había venido a dormir, quizás estaría abajo, bajé y no lo vi en el sofá, lo busqué por la cocina, el baño y no estaba, tampoco sabía que decir si lo encontraba. Al final opté por buscar en la playa y ahí lo vi sentado en la arena, ¿cuánto tiempo había estado allí? me quedé observándolo, él estaba de espaldas y no me veía, además estaba un poco alejada. Habían pasado como diez minutos y seguía mirándole, no aguantaba esto, no aguantaba no besarle, no abrazarle, no verle sonreír. Me acerqué silenciosamente y vi que se levantaba y se quedaba en la misma posición pero de pie, seguí andando hasta que llegué. Notó mi presencia y se dio la vuelta. Lo miré detalladamente y tenía los ojos rojos y la nariz también, había estado llorando, no podía, no, todo a la mierda, le amaba y no podía dejarle así, no dije nada y solamente le besé, tanto tiempo sin sentir este cosquilleo en el estómago, tanto tiempo sin sentirlo cerca de mí, sin poder tocarle y ahora que por fin lo tenía en casa ¿iba a desaprovechar esta oportunidad? no. Los dos estábamos dolidos y cada uno sabía el dolor del otro pero ya todo me daba igual, le amaba. El beso se convirtió casi en una conversación de disculpas y de anhelos. Parecía que habían pasado horas en ese beso pero no, solo habían sido unos pocos minutos, me separé y le acaricié la mejilla.

-Te amo.- le abracé y noté su corazón palpitar más rápido de lo normal, intentó contestarme pero no podía, no necesitaba que me dijera nada, sabía que estaba arrepentido de lo que hizo e iba a perdonarle, no podía seguir más tiempo así. Me separé de él y le miré a los ojos, ahora ya no veía tristeza, ahora veía brillo de felicidad y amaba eso, amaba verle feliz.
-E..est.- le interrumpí
-Te perdono.- le salían lágrimas pero esta vez eran de alegría, me cogió de la cintura y me abrazó en el aire, sus brazos me daban la calma y me hacían sentirme segura. 
-Te amo, te amo, te amo, te amo.- me decía al oído y me iba a hacer morir si seguía diciéndome eso, tanto tiempo sin escuchar esas dos palabras.
-Vamos dentro.- me separé y medio sonreí, entramos y sin darme cuenta me abrazó.
-Gracias gracias gracias, juro recompensarte por todo lo que pasó de verdad.- se agachó un poco y me sujetó la cara con sus manos.- te lo prometo
-Te creo.- cuando le dije eso vi su emoción en sus ojos y me volvió a abrazar, me gustaban sus abrazos y los había echado muchísimo de menos.
-¿Cómo has cambiado de opinión?.- se limpió un poco las lágrimas
-Me he dado cuenta que por muchas cosas que me hagas me es imposible no perdonarte
-Yo.-suspiró.- lo siento tanto, siento todo de veras, no sé como pude hacerte todo eso, me siento la peor persona del mundo, lo siento 
-Ya, ya pasó todo, mejor vamos a dejarlo atrás y no pensar en eso.- sonreí
-No sabes lo feliz que me acabas de hacer.- me dijo al oído mientras nos abrazábamos
-Me gusta verte feliz.- contesté


{....}



Esto estaba acabando, le había perdonado, la noche anterior volvió a dormir conmigo, no sabía como actuar, tanto tiempo separados y ahora está aquí, me daba timidez hacer como si no hubiera pasado nada pero tenía que intentarlo. Me desperté y abrí los ojos, había un desayuno en la mesita y una carta, sonreí como una niña enamorada y la abrí.


''Buenos días princesa, he salido a mirar unas cosas para nuestro bebé, sé que aún no se sabe si es niño o niña pero mejor adelantarse a comprar algunas cosas ¿no? bueno, espero que te guste lo que te he preparado, no soy un gran chef pero me he esforzado en hacerlo, disfrútalo, te amo.

att: Dani ''


Miré la carta muy feliz y la puse en mi pecho, cogí la bandeja con el desayuno y había tortitas con arándanos y sirope, zumo de naranja y una manzana. Empecé por las tortitas y el zumo, todo estaba muy bueno. Terminé todo y bajé a la cocina para lavar el plato y el vaso.


-Buenos días ______.- me dijo Clara
-Buenos días.- sonreí
-Ya me estás contando todo.- sonrió, que lista es.
-He perdonado a Daniel.- me apoyé en la encimera 
-Me alegro.- sonrió.- ¿y ahora qué?
-Pues no lo sé.- reí
-Por cierto ¿dónde está?
-Se ha ido a mirar cosas para nuestro bebé.- toqué mi barriga aún no muy abultada.
-Oh, este es un tierno cuando quiere
-Si.- observé mi tripa, tenía muchas ganas de que naciera ya el peque o la peque 
-¿Ya has pensado los nombres?.- preguntó y asentí.- ¿cuáles son?
-Si es chica Destiny y si es chico Daniel.- Clara me miró sonriendo
-Aceptaste mi propuesta
-Si, me pareció una muy buena idea
-Me alegro tanto de por fin verte así de bien
-Y yo
-Bueno me voy que por cierto no se a que había venido.-reí
-Adiós tonta
-Eh eh esos humos pelirroja.- le saqué la lengua



{....}



Pasé por varias tiendas y vi algunas cunas, carritos y de más, había una cuna que me gustó, era blanca y muy mona, valía trescientos y sin pensármelo la compré, tuve que firmar en un papel y hoy por la tarde la traerían y la montarían. 



{....}



Eran las doce y Daniel llegó, hoy íbamos a comer todos juntos, Lucía seguía algo enfadada con él pero hablé con ella y se le pasó un poco, hoy comeríamos pizza familiar, no había ganas de cocinar.


-¡A comer!.- dijo Carlos y cogió tres porciones de pizza, había tres así que no pasaba nada.
-Que hambre.- contestó Blas
-Sois unos glotones.- rió Clara
-Bla bla.- dijo Blas
-¿Me acabas de hacer la burla?.- preguntó Clara
-Si
-Uy la que te espera.- contestó de nuevo Clara y todos reímos, cada uno cogió sus porciones y nos pusimos a hablar sobre todo, sobre el bebé que venía, las chicas dijeron que se iban a marchar ya, no querían molestar, yo no les dije nada, eran sus decisiones, los chicos se irían a vivir con ellas claramente.
-¿Y cuándo os vais a ir?.- pregunté
-Dentro de cuatro días.- dijo María
-Os echaré de menos
-Y nosotras a ti.- me miró Lucía.- tu rubio, como vuelvas a hacer algo que la dañe esta vez si te corto los huevos y te cuelgo en un campanario
-Vale vale
-No me lo asustes anda.- le miré y me sonrió
-No nos pongamos empalagosos eh.- rió Álvaro
-Eres un soso.- le pegó suavemente María en el brazo
-Ayer no decías lo mismo.-
-¡Cállate!.- se puso roja y todos reímos
-María no nos cuentas nada.- rió Clara
-¿Y tú qué eh? a saber las cosas que haces con Blas.-
-Eh eh que yo soy muy civilizado
-Si, seguro.- rió David, la comida se pasó bien, risas, anécdotas y temas más serios, en concreto, lo pasamos bien, recogimos todo y limpiamos.


{....}


Pasaron las horas y eran las cinco de la tarde, llamaron al timbre y abrí.


-Hola, ¿está Daniel Fernández?.- 
-Eh.. si ¿por?
-Por la cuna, hoy compró una y veníamos a montarla.- me emocioné
-¡Dani!.- lo llamé y vino
-Oh, hola pasen, arriba a la izquierda.- los dos muchachos subieron
-¿Y esto?
-Te dije que iba a mirar cosas para el bebé y así hice, ya tenemos cuna.- sonrió
-Te quiero