Capítulo veintisiete.

Se hicieron las doce y ya nos fuimos todos a dormir.

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-¡Arriba todo el mundo!.- estaba con una sartén haciendo ruido. Abrí las puertas de todas las habitaciones y empecé a golpear la sartén. 
-_____ que son las diez de la mañana, vete a dormir.- me contestó Carlos con los ojos cerrados y echado en la cama.
-¡Venga!.- le destapé

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-Mala persona.- me contestó Blas y le puse cara de perrito.
-Y tú un vago
-¿Para que nos despiertas tan pronto?.- bostezó Dani.
-Vamos a hacer un picnick.- sonreí
-¿Tan pronto?.- preguntó David.- asentí
-Venga, todos a vestir que ya está todo preparado.- todos se fueron a cambiarse menos yo que ya estaba vestida.-¡Coger los bikinis y los bañadores!.- grité desde abajo.
-¿No ibamos de picnick?.- dijo Álvaro
-Sorpresa.

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Todos terminaron de arreglarse, bajaron y salimos de casa.

-Tengo sueño.- bostezó David
-Quejica.- le dí una colleja suave.


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Llegamos al césped de un campo con piscina cerca de nuestra casa, organizamos todo, nos sentamos cada uno con su pareja y empezamos a almorzar, había sandwiches, zumos, fruta, dulces y más.


-Chicos, Lucía y yo tenemos una buena noticia para vosotros.- se miraron cogidos de la mano.
-Contar contar.- dije yo
-Es demasiado emocionante.- rió Lucía.- no puedo David, dilo tú.
-Pronto nos iremos a vivir juntos y.- Dani le interrumpió
-¿Vas a abandonar a tus hermanos?.- puso cara de perrito
-No estúpido, seguiré visitándoos y al año que viene Lucía y yo nos vamos a casar.- sonriendo los dos a la vez y yo me atraganté con el zumo, las demás felicitaron a Lucía y a David abrazándoles, Dani me vio atragantarme y me dio palmadas en la espalda para que se me pasara. 
-¡Dios! ¡Lucía, David!.- comencé a llorar de alegría.
-Cielo, ahora mismo la que tendría que estar llorando soy yo.- reímos a la vez y nos abrazamos fuerte.
-Venir aquí los dos.- abrí mis brazos y les di un abrazo a los dos muy grande, me alegré mucho por ellos, se iban a casar, dios, era algo precioso, iban a compartir su vida para siempre, ya me imagino un pequeño David o una pequeña Lucía corriendo por casa, parecía yo más emocionada que ella, Lucía estaba tranquila por fuera pero la conozco, por dentro estaba saltando de alegría y deseando llorar.

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Terminamos de comer y recogimos todo, nos quitamos la ropa y nos quedamos en bañador y bikinis, todos fuimos al agua.


-Eh espera, _____ llevas evitándome todo el día, ¿te pasa algo?.- me cogió del brazo suavemente.
-¿A mi? no, ¿por?.- le contesté y era la verdad, estaba normal como siempre.
-¿Seguro?, estas algo rara.- asentí
-Será por el calor y la noticia que acaban de darnos David y Lucía, lo siento cielo.- le besé tiernamente y le cogí de la mano.- vamos al agua.- sonreí y él también.

Nos tiramos al agua, hoy si que hacía calor del bueno, estábamos por lo menos a treinta y nueve grados. Cada uno estaba a su bola haciendo el tonto, yo salpicaba a Dani y le daba algún que otro beso, de repente alguien grita nuestros nombres, nos damos la vuelta y vemos a cinco papparazzis, como no salimos rápido de ahí y nos marchamos otra vez.

{ Cada uno volvió a su casa, ya terminamos las vacaciones y estábamos cansados }


Dani y yo llegamos a casa, estábamos juntos de nuevo.

-¿Estás preparada?.- me cogió de la mano y asentí. Cogimos las maletas y llamamos a casa, apareció mi tía.
-¡Tía!.- le abracé fuerte y ella me dio un beso en la mejilla.- te echábamos de menos.
-Y yo a vosotros, hijo abraza a tu madre anda.- hizo un hueco y nos abrazamos los tres.-ahora me acuerdo, vosotros dos y yo tenemos una conversación pendiente.-nos miró.
-Lo sabemos, vamos a dejar nuestras cosas y bajamos.- contesté y subimos con nuestras maletas para dejarlas, entré con Dani a mi habitación y nos pusimos a pensar.- Si se ha enterado de lo nuestro ¿qué hacemos?.- me preocupé
-No lo sé _____.- se sentó a mi lado y me dio un beso, en ese instante la puerta se abrió, mi tía se quedó con la boca abierta y nosotros no sabíamos que hacer.
-No, tía por favor.- le miré apenada.
-¡Esto es lo que habéis estado ocultando! ¡¿verdad?!.- gritó
-Mamá tranquilízate por favor.- se levantó e intentó tranquilizarla.
-¡¿Cómo quieres que me tranquilice si os estabais besando?!, sois primos ¡no novios!.- Dani y yo nos miramos mutuamente y no contestamos.- No, esto ya no, ¡¿novios?!, esto es imposible, Karen y Sebastian me contaron que vosotros dos tuvisteis relaciones sexuales, ¿es eso verdad?.- mi tía estaba sudando la gota gorda de enfado, no podíamos contestar a nada.- ¡¿También?!, ¡¿pero de qué vais?! ya verás Dani como se entere de esto tu padre y tú _____ como se entere tu tío ya veremos ya, os habéis estado riendo de mi, esto no es normal y encima no sois capaces de avisarme de que os ibais ni nada, es demasiado para mi, me habéis decepcionado muchísimo.
-Mamá por favor.- pronunció Dani
-Ni mamá ni nada, ¿cómo se os ocurre hacer eso?, es algo imposible, ¡no, no y no!.- nos miró fijamente.- de ahora adelante os voy a vigilar y me encargaré de que no esteis juntos, este tipo de relación ¡a acabado!, no vais a estar juntos y se acabó.- nos dijo y comencé a llorar.
-Tía no por favor, eso no, no nos hagas esto, nos queremos.- Dani me estaba sujetando porque yo no podía.
-Haberlo pensado antes, esto es una locura.- cerró la puerta y se marchó.
-Dani no.- estaba en el suelo llorando, él se puso a mi altura y me abrazó.
-Tranquila, estaremos juntos sea como sea ¿de acuerdo?.- me limpió las lágrimas.